Reiki es una terapia energética de origen japonés que busca restablecer el equilibrio físico, mental, emocional y espiritual a través de la imposición de manos.
La práctica consiste en canalizar esta energía universal y transmitirla al receptor a través de las manos, con el objetivo de desbloquear, armonizar y fortalecer el flujo energético del cuerpo. Se considera una técnica de sanación complementaria que ayuda a reducir el estrés, aliviar tensiones, mejorar la calidad del sueño y promover una sensación de bienestar general.